En 1962, varios miembros de nuestra familia fuimos testigos del "milagruco", ocurrido en Garabandal (San Miguel Arcángel dio la Sagrada Comunión a Conchita González). Ahora, cincuenta años después, esperamos que terminen de cumplirse las profecías de la Virgen. En este blog nos proponemos recoger -en castellano, inglés, francés, portugués, italiano...- algunos mensajes del Cielo a hombres y mujeres de Dios, en nuestros tiempos. Son continuación de lo que la Virgen anunció en Garabandal, entre 1961 y 1965. Si se leen despacio, son fuente de oración, y de amor a Dios y a nuestros hermanos de todo el mundo. Conviene advertir que, mientras caminamos en esta vida, vamos hacia la luz de la verdad a través de sombras e imágenes veladas. Por eso, no podemos alcanzar aún un discernimiento pleno de estos mensajes. Durante el "Aviso" el Señor disipará nuestras dudas e incertidumbres. Para comprender mejor el contenido del blog, se puede leer la página sobre GARABANDAL.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Enoc (6 dic 11, 1:50 pm)

EL SILENCIO DE LA CREACIÓN LLAMA AL RECOGIMIENTO Y A LA ORACIÓN
DICIEMBRE 06 DE 2011 1:50 P.M.
LLAMADO DE MARÍA SANTIFICADORA A LA HUMANIDAD
ALTO DE GUARNE (ANT.)
Hijitos de mi corazón, que la paz de Dios esté con todos vosotros.
El silencio de la creación llama al recogimiento y a la oración, los días de la purificación están cerca; no temáis, permaneced unidos en oración a Dios y a vuestra Madre y os aseguro que ni uno solo de vuestros cabellos se os perderá. Hijitos míos, alabad la gloria de Dios y pedid por el reinado de nuestros dos corazones; muy pronto la maldad y el pecado desaparecerán, para dar paso a una nueva vida, donde la gloria de Dios estará con vosotros; no os entristezcáis ante los acontecimientos que están por suceder, antes debéis de alegraos, porque unos nuevos cielos y una nueva tierra os espera; la paz, el gozo y el amor de nuestros dos corazones aguarda por vosotros; os digo, que vuestros sufrimientos y mortificaciones son nada comparados con la gloria que os espera. Permaneced firmes en las pruebas y ofreced vuestras penas de cada día, por la salvación vuestra, la de vuestros familiares, y por todos los pecadores del mundo entero.
Hijitos míos, es tiempo de perdón, no abriguéis rencor alguno con vuestros hermanos; amad y perdonad y la fuerza del amor y el perdón, os llevarán seguros a las puertas de la Jerusalén Celestial. Acordaos que jamás se oyó decir, que alguno hubiera acudido a Mí, sin mi ayuda recibir; si por mí fuera os llevaría a todos al cielo, pero qué tristeza siento al saber que tantos, la inmensa mayoría, le dirá no al Dios de la vida y el amor.
Hijitos de mi corazón, los días de la prueba están cerca, agrupaos en torno a vuestra Madre que tanto os ama y vela por cada uno de vosotros, mis amadísimos niños; rezad mi Santo Rosario y os daré mi protección, mi rosario será vuestro escudo; después de cada decena decid estas jaculatorias que os doy, para estos tiempos de purificación.
Oh María Madre mía, sé nuestro amparo y protección en estos días de purificación. Corazones de Jesús y de María, dadnos la salvación y llevadnos a la gloria del Padre. Amén.
Pequeñitos míos, os quiero regalar también una oración de consagración al Padre Celestial, para que la hagáis todos los días y pidáis su santa protección en los días de la prueba.
Oh Padre Celestial, amadísimo Señor del cielo y de la tierra, Rey de Reyes y Señor de Señores. Dios de los ejércitos. Me consagro a ti, que todo se haga en mí, conforme tu voluntad. Dadme tu santa protección y bendice mi familia, mi hogar, mi país, mi ciudad, mi trabajo y todo mi ser. Padre amado, no tengas en cuenta mis pecados, mírame con ojos de misericordia y dame la gracia de permanecer firme y leal a ti, en las pruebas que se avecinan. Que tu santa bendición permanezca en mí, y en los míos, para que junto a nuestra Madre María, podamos gozar de tu salvación, por los siglos de los siglos. Amén.
Ánimo, pequeñitos míos, todo saldrá conforme a la voluntad de mi Padre; uníos a mí, y a los Ángeles, para que juntos alabemos la gloria de Dios.
Que la bendición del Padre os proteja.
Que la bendición del Hijo os libere.
Que la bendición del Espíritu de Dios os santifique. Y mi santa intercesión os acompañe siempre. Vuestra Madre, María Santificadora.

Fuente: Mensajes del Buen Pastor.

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