Conchita González y la Madre Teresa |
12 de enero de 2012
Hace unos días, César
Uribarri publicaba un artículo en su blog de la revista digital Religión en Libertad, que lleva por
título: La mayor amenaza para la paz.
Me parece que vale la pena reflexionar un poco en lo que nos dice, y ver cómo
se relaciona con los mensajes del Cielo que vamos difundiendo a través de este
blog.
Se trata de una hipótesis sobre
cuál podría ser la principal causa de una próxima guerra en el Medio Oriente. Desde
luego, no sería —como a primera vista se podría pensar— la violación de los
derechos humanos en Siria, ni tampoco la insubordinación de Irán a los tratados
internacionales sobre armas nucleares o sobre el libre tránsito de los barcos
petroleros en el Golfo Pérsico. Según el periodista español, la verdadera causa no es otra que la necesidad, por parte de Occidente, de promover una guerra para poder salir de la grave crisis económica europea y mundial.
¿Y qué tiene que ver con esto la Madre Teresa? Pues, sencillamente, que ella insistió por activa y por pasiva en que el verdadero mal que hay que superar en nuestro mundo actual es, precisamente, querer solucionar los grandes problemas a base de violencia. Por ejemplo, permitiendo que impere cada vez más, en muchos países del mundo, la cultura de la muerte, y acostumbrándonos a admitir que los millones de abortos que cada año se practican en el mundo, no son un mal tan grave.
Con esa lógica de desprecio a la vida humana, no es extraño que los líderes mundiales, para solucionar la crisis económica mundial, estén dispuestos a generar una guerra que, sin duda, provocará también millones de muertes.
Este argumento queda confirmado mediante muchos de los mensajes de Jesucristo o de la Virgej que cada día se pueden leer en internet. Son mensajes llenos de piedad y sensatez, recibidos por hombres y mujeres de Dios.
Por ejemplo, los mensajes de enero de los Corazones Unidos, vienen insistiendo desde hace tiempo en pedir a todos los católicos que recemos un rosario diario para, de alguna manera, reparar y pedir al Señor que intervenga de modo que cese de producirse en el mundo el crimen del aborto, que clama al Cielo y es uno de los mayores pecados de la humanidad.
Jesús, nos dice lo siguiente en el mensaje público del 7 de enero de 2012:
“Yo soy tu Jesús, nacido
Encarnado.”
“Quienes me aman y viven en la realidad de la verdad no deben oponerse a este ejército de oración contra el aborto; pues hacerlo da fuerza al estímulo malvado de Satanás para abortar; un grave pecado.”
“Además, todos los que escuchen sobre este ejército de oración tienen una seria obligación de responder al llamado del Cielo a las armas y de rezar el rosario diario contra el aborto.”
“Exhorto a todos los que tienen influencia a que promuevan esto.”
“Quienes me aman y viven en la realidad de la verdad no deben oponerse a este ejército de oración contra el aborto; pues hacerlo da fuerza al estímulo malvado de Satanás para abortar; un grave pecado.”
“Además, todos los que escuchen sobre este ejército de oración tienen una seria obligación de responder al llamado del Cielo a las armas y de rezar el rosario diario contra el aborto.”
“Exhorto a todos los que tienen influencia a que promuevan esto.”
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