Natividad, de noche (Geertgen Tot Sin Jans) |
(The Warning) (El Aviso de Dios)
— 20 dic 2012, 07:15 pm (Mensaje de Dios Padre - Reseña) (God the Father: The time for great change, for the good of all, is upon you — Dios Padre: El tiempo para el gran cambio, por bien de todos, está encima de vosotros)
Dios Padre desea que demos honor a Su Hijo, Jesucristo, a través del cual nos llegará el Gran Don del Aviso, que cubrirá el mundo para vencer la oscuridad y a través del cual Dios Padre podrá salvar a la mayoría de sus hijos. Esta Navidad, un tiempo de gran regocijo, en el que celebramos el Nacimiento de Jesús, es un momento crucial en la historia de la raza humana. A través del Don de la Misericordia, Dios Padre reúne a toda su Creación para purificarla de toda duda, todo pecado y toda blasfemia contra las Leyes de su Reino. La gran purificación de la tierra llevará algún tiempo, pero Dios Padre abreviará estos tiempos de persecución. No será largo nuestro sufrimiento en manos de los gobiernos corruptos que no aceptan las Leyes de Dios. El tiempo del gran cambio, para bien de todos, está encima de nosotros. Veremos el Poder de Dios Padre en toda su fuerza y gloria. Él transformará la tierra contaminada por Satanás y sus demonios. Enviará a Su Hijo para reclamar su Trono. Ahora envía a Jesús para iniciar el proceso que nos llevará al Nuevo Paraíso. Dios Padre nos llama. Ningún hombre quedará excluido de este anuncio del Cielo. Nuestro Padre Dios nos pide que recemos para que todos respondamos a la Misericordia de Jesús.
2. Vidente de Jaén (Jaén, España)
(A Dios lo que es de Dios)
— 22 dic 2012 (Mensaje de María Santísima - Mensaje completo) (La gente hace chistes groseros y obscenos de un Misterio como éste)
Hijos Míos, Soy María Santísima quien os habla, vuestra Madre y Señora. Vengo a recordaros que estas fiestas deben de ser santas y entrañables para todo cristiano. Deben de ser fiestas cristianas y no paganas, que aunque esto ya lo sabéis y se os ha dicho muchas veces, parece que nunca lo tenéis en cuenta. Yo, María vuestra Madre, os hablo.
Quisiera tener almas que Me consolaran de las degradaciones y blasfemias que recibe Mi divino Hijo en el día de su nacimiento. La gente hace chistes groseros y hasta obscenos de un misterio como este sin igual. Vosotros que deseáis ser respetados en todo momento, no respetáis la santa religión católica que os trae salvación y paz, pero que no la queréis recibir tal y como debe de ser.
Busco almas que Me consuelen, que Me den compañía y actos de amor y de fe, porque el mundo vive desenfrenado pensando en todo menos en el misterio amoroso que celebramos y recordamos en estos días de Navidad. Yo, María, vuestra Madre, os hablo.
No nos dejéis solos a Mi divino Hijo y a Mí, como pasó en su nacimiento que nadie nos abría sus puertas, y allí tuvimos el consuelo amoroso de Mi esposo José que se esmeraba por remediarnos el desprecio y la no acogida que nos dieron. Cierto que no sabían que era el Mesías, que nadie sabía que el niño que iba a nacer era Dios mismo, pero aun así ahora lo sabéis y también nos dejáis solos, sin acompañarnos en tan grande acontecimiento. Sed para nosotros como fue San José al que debéis imitar, que vivió con nosotros el gran misterio de la Natividad de Mi Hijo, que a la vez era Hijo de Dios, y acompañadnos en la contemplación de tan sublime misterio gozándoos en el mismo como nosotros José y Yo nos gozamos cuando contemplamos a ese Niño tan pequeño y a la vez tan grande, tan humano y a la vez divino. Yo, María vuestra Madre, os lo pido. La paz de Mi divino Hijo esté con todos vosotros.
3. Darly Chagas (Belo Horizonte, Brasil)
(Mensajes de Jesús y María para Latino América y el Mundo) (Our Lady's messages received by Darly Chagas)
— 23 sep 2012 (Mensaje de Nuestra Señora, María Llena de Gracia - Algunos párrafos del mensaje)
"El tiempo está venciéndose, Él ya ha explicado a todo el mundo, pero todavía le falta al hombre reconocer que necesita de Él para llegar al Cielo. Ya han pasado más de dos mil años de Enseñanzas ahora sólo falta poner en práctica.
Pero ahora es el fin del pecado, ha llegado el momento en que Dios va a enderezar a la humanidad, habrá una transformación. El mundo está dudando, no está cuidando de sí mismo, está desafiando cada día el Poder de Dios. Y por esto se está acercando más a los sufrimientos finales. Dios corregirá a los pecadores uno por uno. Corregirá con Misericordia, con la Justicia.
Aquí viene lo que el mundo no esperaba, nada va a cambiar lo que viene. Sólo Dios puede cambiar.
Si se reunieran todos los científicos del mundo, todos los estudiosos, no tendrán la respuesta correcta para sí mismos, qué fue lo que causó lo que viene, porque sólo Dios lo sabe. Y el hombre se encogerá porque ni siquiera habrá explicación humana que satisfaga a nadie, y Dios puede explicarlo. Esta es una consecuencia que vendrá en la conciencia de cada uno. El mundo desafió a Dios con su desobediencia a los Mandamientos.
Queridos hijos sepáis que nada es más grande o más que el Poder de Dios, o el hombre se humilla y pide el perdón de sus pecados, reconoce que es criatura, o va a convertirse a través del dolor profundo en la conciencia y la carne, como nunca sintió.
No existe en el mundo ningún ser vivo que pueda explicar lo que sucederá de aquí en adelante, en cualquier momento".
* Año de la Fe. Benedicto XVI. Ángelus, 23 de diciembre de 2012, IV Domingo de Adviento
En este IV domingo de Adviento, que precede por poco a la Navidad del Señor, el Evangelio narra la visita de María a la pariente Isabel. Este episodio no representa solamente un gesto de cortesía, sino que describe con gran sencillez el encuentro del Antiguo con el Nuevo Testamento. Las dos mujeres, las dos embarazadas, encarnan en efecto la espera y el Esperado.
La anciana Isabel simboliza a Israel que espera al Mesías, mientras la joven María lleva consigo el cumplimiento de tal espera, para bien toda la humanidad. En las dos mujeres se encuentran y reconocen antes que nada los frutos de sus vientres, Juan y Cristo. Comenta el poeta cristiano Prudencio: “El niño contenido en vientre senil saluda, a través de la boca de su madre, al Señor hijo de la Virgen” (Apotheosis, 590: PL 59, 970). La Exultación de Juan en el vientre de Isabel es el signo del cumplimiento de la espera: Dios esta apunto de visitar a su pueblo. En la Anunciación el arcángel Gabriel le había hablado a María del embarazo de Isabel (cfr Lc 1,36) como prueba de la potencia de Dios: la esterilidad, a pesar de la edad avanzada, se había transformado en fertilidad.
Isabel, acogiendo a María, reconoce que se está realizando la promesa de Dios a la humanidad y exclamó: «¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? La expresión “bendita eres entre las mujeres” se refiere en el Antiguo testamento a Yael (Jueces 5,24) y a Judit (Judit 13,1), dos mujeres guerreras que lucharon por salvar a Israel. Ahora en cambio se ha dirigido a María, jovencita pacífica que está por generar al Salvador del mundo. Así también la alegría de Juan (cfr Lc 1,44) recuerda la danza que el rey David hizo cuando acompañó el ingreso del Arca de la Alianza en Jerusalén (cfr 1 Cr 15,29). El Arca que contenía las tablas de la Ley, el maná y el cetro de Arón (cfr Heb. 9,4), era el signo de la presencia de Dios en medio a su pueblo. El recién nacido Juan exulta de alegría ante María, Arca de la nueva Alianza, que lleva en su vientre a Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre.
La escena de la Visitación expresa también la belleza de la acogida: donde hay acogida recíproca, escucha, dar espacio al otro, allí está Dios y la alegría que viene de Él. Imitemos a María en el tiempo de Navidad, visitando a cuantos viven en dificultad, en particular los enfermos, los encarcelados, los ancianos y los niños. E imitemos también a Isabel que recibe al huésped como Dios mismo: sin desearlo, no lo conoceremos nunca al señor, sin esperarlo no lo hallaremos, sin buscarlo no lo encontraremos. Con la misma alegría de María que va apurada donde Isabel (cfr Lc 1,39), también nosotros vamos al encuentro del Señor que viene. Oremos para que todos los hombres busquen a Dios, descubriendo que es Dios mismo quien primero nos viene a visitar. A María, Arca de la Nueva y Eterna Alianza, confiamos nuestro corazón, para que lo haga digno de acoger la visita de Dios en el misterio de su Navidad.
* Apariciones de Jesús y María
Se puede visitar el sitio web "Apariciones de Jesús y María", particularmente la sección de Mensajes Actuales, en la que se pueden bajar archivos actualizados (en .pdf) de los mensajes que han recibido muchos videntes, hasta este año 2012. De cada uno de ellos, de diferentes países del mundo, hay una pequeña explicación (Padre Thomas Mac Smith, Julia Kim, Maureen Sweeney, Pedro Regis, Melvin Doucette, Marcos Tadeu, Ximena Vidal, etc.).
No hay comentarios:
Publicar un comentario